Según el tribunal, la obra pública que recibió el dueño de Austral Construcción no fue el delito precedente para cometer los hechos por los que se lo acusa.
La Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal, integrada por los doctores Mariano Hernán Borinsky, Presidente del Tribunal, Javier Carbajo y Angela E. Ledesma, en una sentencia de 1.000 fojas y 20 audiencias celebradas durante el año pasado, disminuyó la pena a Lázaro Báez, de 12 a 10 años de prisión.
Además, el cuerpo judicial bajó las penas de Martín Báez, de 9 años de cárcel a 6 años y medio, y de Leandro, el menor de los hijos del empresario, de 5 a 3 años de prisión. Fueron absueltas las hijas del empresario, Luciana y Melina Báez, que en el juicio habían sido condenadas a tres años de prisión.
Borinsky y Ledesma obtuvieron la mayoría en la votación contra el criterio de Carbajo que entendía que había que confirmar la resolución del TOF 4 tras la investigación que llevó adelante el juez Sebastián Casanello.
El fallo dividido afirmó que obra pública no fue el origen de los fondos que fueron objeto del delito, lo que coincide con el criterio en minoría que había expuesto en el juicio oral la jueza María Gabriela López Iñíguez, del Tribunal Oral Federal 4, que atribuyó a la evasión fiscal el “delito precedente” que terminó con el lavado. La causa de corrupción se inició por el presunto delito de “lavado de activos agravado” de US$ 55 millones entre 2010 y 2013, a través de la financiera SGI, conocida como “La Rosadita”.