El expresidente Fernando De La Rúa prometió venderlo, pero no lo hizo. A Néstor y Cristina Kirchner se les rompió varias veces. No se utiliza desde 2016, hay un plan para que vuelva a despegar.
El Tango 01 no puede volar, pero implica un gasto para el Estado mientras permanece en tierra. De hecho, se destinan US$220.000 por año a los trabajos de mantenimiento.
Casi a diario, los técnicos ponen en marcha los motores para que se lubriquen. La Secretaría general de la Presidencia informó que se encuentra en evaluación la factibilidad de revertir la situación de desuso de la aeronave y retornarla al servicio.
Comprar o no comprar, esa es la cuestión.
Adquirir un avión de esas características implicaría un desembolso cercano a los US$30 millones, mientras que repararlo de acuerdo con las indicaciones del fabricante norteamericano saldría hasta US$15 millones. los sellos de goma o el atascamiento de los filtros. El Gobierno debería saber que está frente a un gran dilema, ¿es atinado hacer semejante desembolso de dinero en este contexto de crisis y pandemia?