Epicentro de la distracción al aire libre para miles de personas que se concentraban para pescar , comer un asado o acampar, hoy no existe más. Un exdiputado expresó que también hay responsabilidad gubernamental.
Navarro es un antiguo pueblo de la provincia de Buenos Aires ubicado a 120 kilómetros de la capital argentina. Había allí una laguna muy famosa, pero se secó. Era fuente de reposo para la gente del lugar y de ingresos también porque venía gente de todos los puntos cercanos a aprovechar ese espejo de agua.
El exdiputado nacional (UCR) Álvaro de Lamadrid explicó en un tuit: “Aunque no parezca, a mis espaldas está la laguna de Navarro, que la conoce todo el mundo. Navarro es mi pueblo natal, a 120 km de la Capital Federal … Prácticamente vemos como si fuera un campo sembrado, lo que dificulta que pueda volver la laguna; se necesita que llueva mucho en un corto lapso de tiempo”.
Según el navarrense, “esto es consecuencia de la sequía que azota a gran parte del país, pero mucho a la provincia de Buenos Aires” y “la falta de políticas de ayuda, la ayuda tardía y suficiente ha generado esta situación”.
No es el único caso en la Pampa Húmeda, extraordinariamente seca por este prolongado período de El Niño, un fenómeno que se repite por tercer año consecutivo y determina falta de lluvias alarmantes en nuestro país, mientras que, por ejemplo, en Brasil hay verdaderos diluvios.
Así hay lagunas y ríos que se han secado, como el arroyo del Medio, límite entre Santa Fe y Buenos Aires, o de la laguna El Bonete, en Vera, Santa Fe.
En un video en Twitter, el exdiputado nacional señaló: “La laguna de Navarro parece un desierto. Todos conocen o han sentido hablar de este hermoso espejo de agua de 165 hectáreas que ha desaparecido. Es desolador. La ausencia de un plan de emergencia y ayuda al campo por la sequía es una calamidad que causa estragos”.
