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REABRE EL CAFÉ LA ÓPERA INAUGURADO EN 1928 A CUATRO CUADRAS DEL CONGRESO

 

El clásico café La Ópera, ubicado en Corrientes y Callao, Ciudad de Buenos Aires, abre, hoy, luego de una etapa de reformas desde noviembre. La cocina estará abierta a toda hora el fin de semana, con pizza a la piedra (destacada: con bocconcini, queso brie, tomates cherry y albahaca) y platos elaborados.

Mariano Scigliano, encargado de este mítico rincón desde hace un año y medio, le confesó a Clarín: “Me entusiasmó que en un momento tan oscuro hubiera gente que pensara en revalorizar este bar en una esquina que es un punto de referencia. Todo empieza y termina acá: es el lugar desde el que arrancás para ir al teatro, al cine, al puerto o a la Casa Rosada, o empezás al revés y terminás acá”.

Susana Vera, que se encarga de la cocina desde hace cuatro meses, expresó: “La idea es que el menú fuera un poco más gourmet, pero con calidez de hogar” y, por tanto, recomienda el lomo con salsa de hongos casera y papas torneadas, y el roll de pollo relleno de hongos, espinaca y cebolla glaseada. También podrán degustarse rabas, pollo o ravioles. La tarantela, esa combinación de manzana, flan y budín de pan, bien porteña, se incorpora a los postres. Los viernes la cocina abre junto con el local y cierra en la madrugada del lunes. El bar en general funcionará de lunes a jueves de 7 a 1 y los fines de semana, las 24 horas.

En La Ópera continúan incluso los trabajadores más antiguos, llegados en los setenta: el mozo Jorge Valenzuela y su hermano Carlos, cocinero. Entre los nuevos, Ángel es uno de los maestros que estuvieron a cargo de hacer la pizza más larga del mundo (500 metros) en 2016, sobre avenida de Mayo.

Gabriel García, desde la década de 1970, y su primo Nicolás Marques, que llegó al café en 2000, están a cargo del establecimiento. Ambos son propietarios de otro renovado clásico de la avenida, La Giralda, donde la estrella es el chocolate con churros.

Para la reapertura se restauraron las mesas de tapa nueva símil roble, originales de La Ópera, pero las sillas debutan con su madera oscura, como las anteriores, aunque tapizado beige en lugar de rojo. Las paredes lucen un patinado de fondo claro y finas pinceladas verdes, amarillas y anaranjadas.

Los pisos de granito negro y gris también son originales. Ahora lucen restaurados y pulidos. Lo mismo corre para los marcos de roble de las ventanas, que siguen siendo guillotina pero para abrirse no hay que levantar su paño inferior, sino bajar el superior, “una medida de seguridad necesaria hoy en día”, explica Scigliano.

La restauración de La Ópera estuvo a cargo del arquitecto Gustavo Cerrotti, de Pereiro Cerrotti & Asociados, que también renovó La Giralda, Petit Colón y, actualmente, La Ideal, que volverá en el segundo semestre del año.  Afirma el profesional que merecen una mención especial “las hermosas molduras originales, a las que se les hizo una compleja restauración y ahora están colgadas sobre la medianera”.

Toda una apuesta en esta época del año y en este país.

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