Tras una larga travesía para abandonar su país, que resiste la avanzada de las tropas rusas, la ucraniana Yaroslava Mahuchikh se colocó este sábado en lo más alto del podio en la competencia de salto en alto, en la jornada matutina del Mundial de Atletismo Indoor que se disputa en Belgrado.
“El 24 de febrero, a las 4.30 de la mañana, me despertó el ruido de las bombas y las explosiones. Comprendí que había comenzado la guerra, que Rusia nos bombardeaba. Me levanté, hice rápidamente las valijas y con mi marido huimos de Dnipro, mi ciudad. Después de horas de pánico total, dejamos nuestra ciudad y nos mudamos a un pequeño pueblo no muy lejos de casa. Nadie pensó en entrenarse en ese momento, ya que nos vimos obligados a pasar días en el sótano solo siguiendo las noticias de Kiev, Sumy y Kharkiv minuto a minuto. Pero recibí una llamada de la Federación Ucraniana pidiéndonos ir a Belgrado para proteger a nuestro país en la pista. Comenzamos entonces un viaje de tres días en coche bajo las bombas y acompañados por las sirenas”, contó la atleta en la previa de la competencia.
“Necesité más de tres días para llegar hasta aquí y fue un periplo muy estresante”, confesó la campeona, y afirmó que recibió “cientos de llamados telefónicos, numerosos cambios de ruta”. Y también reveló que “vivió en carne propia las explosiones, los incendios y las sirenas”, al describir la realidad de la guerra, de la que pudo escapar gracias al trabajo de su mánager, Aivar Karotamm, y de su federación, que se ocuparon de hallar la forma de salir de Ucrania y llegar a Serbia a través de Rumania, un viaje de casi 2000 kilómetros en medio de la guerra.
“Están matando a nuestra gente, a nuestro país y a nuestros niños, el futuro de Ucrania. Pienso que mucha gente en Rusia tiene que entender que esta guerra en Ucrania es bien real. Sé que muchos rusos dicen que es falso, pero muchas de nuestras ciudades han sido destruidas. ¿Cómo pueden decir esto?”, se preguntó.
Para adjudicarse este primer oro en su carrera, la atleta realizó un salto de 2,02 metros que le permitió superar a la australiana Eleanor Patterson (2 metros) y a la kazaja Nadezhda Dubovitskaya (1,98), quienes la acompañaron en el podio. Doble mérito para la vencedora, que pasó por un calvario para poder abandonar su país y competir en el Mundial. Tras su consagración, desplegó una bandera de Ucrania frente a los aplausos del público serbio.
Por su parte, su compañera de equipo Iryna Gerashchenko, que huyó de Kiev con su esposo y su perro en medio de “todo a la vez, las bombas y los cohetes”, según describió, terminó quinta con una mejor marca de 1,92 m.
“Todos los ucranianos defendemos ahora a nuestro país desde diferentes frentes de batalla. El mío es el ámbito deportivo internacional» expresó la atleta
La actual campeona europea de salto de altura bajo techo, que ganó el bronce olímpico en Tokio y la plata mundial al aire libre en Doha en 2019, también expresó su postura sobre la barbarie que está atravesando Ucrania: “Todos los ucranianos defendemos ahora a nuestro país desde diferentes frentes de batalla. El mío es el ámbito deportivo internacional. Estar ahí en la primera línea. Debemos luchar en todas partes para demostrar nuestra fuerza y nuestro poder”.
El símbolo es muy fuerte porque este éxito de Mahuchikh llega en un país, Serbia, que mantiene históricamente fuertes lazos de unión con Rusia. No obstante, la celebración de la atleta ucraniana no se vio perturbada por ningún incidente en las tribunas. Todo lo contrario, los espectadores que llenaron el Stark Arena de Belgrado dedicaron una ovación a la atleta, tal como habían pedido el jueves el patrón del atletismo mundial, Sebastian Coe, y su homólogo serbio Veselin Jevrosimovic. Es mucho más que un título mundial lo que ha logrado la joven ucraniana, que nunca antes se había impuesto en una gran competición internacional, aunque ya había subido al podio en los Juegos de Tokio 2020 (3ª) y en el Mundial al aire libre de Doha